Maritza Chimarro Ponce, es una mujer ecuatoriana apasionada por la comunicación y la naturaleza. Se define a sí misma como una persona íntegra, una compatriota que lucha por defender los pueblos indígenas. Comenzó sus actividades comerciales el 10/04/2001, por esto, decidió estudiar comunicación social con énfasis en comunicación comunitaria. También, es productora audiovisual, gestora cultural y especialista superior en cambio climático.
Desde que empezó el camino en el trabajo comunitario, su principal motivación han sido las personas que hacen parte de la historia de su país, y por supuesto, los recursos naturales que hacen de su tierra un patrimonio cultural “El trabajo con los seres humanos y la naturaleza es la mejor recompensa”. Promoviendo con los jóvenes una preservación para el ecosistema, ya que, les inculca que la madre tierra es el tesoro más valioso que tienen y el cual deben cuidar.
Hoy en día es la directora y fundadora del colectivo Río de la Raya, el cual tiene como función acompañar procesos sociales y de comunicación comunitaria, promoviendo el resguardo del patrimonio social, derecho de todos los seres humanos, especialmente en zonas apartadas y vulnerables en las regiones del Ecuador y en compañía del Norte del Amazonas, específicamente con Siona, Secoya y Cofan, grupos que hacen parte de este proyecto.
Su trabajo consiste en visitar zonas en donde se encuentren poblaciones vulnerables indígenas, afrodescendientes y montubia. Maritza se encarga de la dirección, producción, coordinación y exhibición de los productos audiovisuales que hacen parte de la experiencia “Río de la Raya”.
Esta iniciativa nació gracias a la preocupación de Maritza y sus otros compañeros pertenecientes a la dirección por la invisibilización y la vulneración de derechos humanos y de la naturaleza, en las poblaciones más apartadas del territorio ecuatoriano, luchando día a día por la identidad colectiva e individual. Para ella, es importante que en su colectivo existan personas que trabajen con principios. No se compara con ninguna otra experiencia, puesto que ella cree que todas tienen algo especial y como personas debemos acercarnos a este tipo de trabajos para ayudar a la comunidad, como lo ha hecho ella a lo largo de su vida.
Con la experiencia adquirida a lo largo de su trayectoria profesional con los audiovisuales, decidió implementarlos como una estrategia comunicativa, con el objetivo de que la nueva generación adoptara ese mecanismo ya que “Son el futuro del país”. Esta opción permite que por medio de documentales, reseñas y cine comunitario retraten su resistencia y la preservación del ecosistema. Al poner en marcha el cine comunitario Maritza recurrió a profesionales del tema para que de esta manera causara mayor impacto en la masa y pudieran innovar.
Gracias a ese trabajo, a la dedicación y la fuerza que la caracterizan a lo largo de su carrera y de su proceso como directora de la experiencia, ha sido invitada a diferentes eventos internacionales; como el encuentro mercados del otro cine del caribe, y de la conferencia del cine mundial “Cineclubismo”.
Lo que impulsó a Maritza a enfocarse en la ciudadanía fue debido a que, al estudiar comunicación, descubre que en el proceso de su historia existen muchas desigualdades sociales sobre todo en su país, y por ello decide adentrarse en esas zonas.
El proceso que ella ha vivido con las comunidades vulnerables, ha sido desde pequeña, debido a que desde que tienen uso de razón, sus padres la llevaban al campo, después de la escuela, y allí descubrió que más que un hábito ha sido una condición de formación, donde ha logrado obtener esa conexión con la tierra, la naturaleza y las comunidades. “Construcción histórica, eso es lo que somos todos hoy en día”.
Para Maritza, trabajar con las comunidades poco escuchadas es de suma importancia para adentrarse a la realidad de diferencia que se vive en un país. “Me da tristeza cuando voy a una comunidad que está metida en la selva. Llegas y encuentras miles de hectáreas donde sientes impotencia”. “Tú abres la llave del agua y tomas agua, pero quienes hacemos trabajo comunitario es otra vida llena de desafíos, pero también llenos de esperanza para la misma”.
Para ella, la comunicación comunitaria es el camino más precioso que ha encontrado en su vida. “Me da ira, dolor, impotencia, pero también me ha dado las mejores alegrías de mi vida, porque puedes ir hasta el fondo de la selva, ir hasta el páramo y encontrarte con la mejor calidad de ser humano”.
Su trabajo con las comunidades ha sido arduo pero capaz de transformar su vida y pensamiento. “Te tratan como un ser humano más, como si fueses de la familia y eso es maravilloso y es donde te das cuenta de la condición del ser humano”.
RíO DE LA RAYA 6TA. MUESTRA INTERCULTURAL DE AUDIOVISUAL INFANTIL Y DOCUMENTAL COMUNITARIO, es el proyecto en el que Maritza trabaja este año junto al colectivo, en donde se hará énfasis de todo por lo que ella lucha, los derechos y la voz de aquellas poblaciones que lo necesitan fomentando el liderazgo. Por otro lado, construye un pensamiento crítico con la propuesta audiovisual que está relacionada con la reivindicación de los pueblos marginados, para poder visibilizar sus voces con los principios que sostienen sus batallas atadas al crecimiento y desarrollo del arte cinematográfico.
“Conocimos a los niños en el 2010 y ahora tienen 20 años y están formados como comunicadores en la selva hace 10 años llegamos como una muestra que era la primera llevando el cine y el audiovisual a las comunidades aportadas trabajamos con la escuela logramos que este inicio esta semilla del cine entre por primera vez a comunidades amazónicas”.
Información muy interesante! Que buen trabajo
Excelente trabajo, como estudiante de biología me parece interesante ver como dos campos como lo es la naturaleza y el ambiente se unen con el campo informativo, creando un bien en común.
Muy buen trabajo, es importante ver cómo en los distintos lugares del mundo se presenta la comunicación, desde las personas que habitan la ciudad, hasta aquellos que desarrollan su vida en entornos donde la naturaleza hace parte de su diario vivir.